Lucas Fox ofrece esta exclusiva finca con mucho estilo y carácter, perfectamente rehabilitada, que mantiene su espíritu tradicional y se presenta equipada para un uso particular o como establecimiento hotelero tipo hotel boutique. En el siglo XV, los cartujos de Scala Dei compraron diversas localidades y tierras de lo que hoy constituye el Baix Priorat. Decidieron construir esta vasta masía para fines agrícolas y vitivinícolas, cuya producción, de alta calidad, fue destinada a abastecer la Cartuja. Las condiciones climáticas, combinadas con la calidad del suelo de pizarra y un relieve con suaves colinas, hicieron que de esta masía se denominase La Perla del Priorat y se convirtiera además en lugar de meditación y descanso para los monjes ancianos de la comunidad. La edificación está compuesta por la antigua masía, con estancias para el ocio y dormitorios para los huéspedes, dispuestos en torno a un gran patio central con piscina y un precioso jardín que dan un sentido único a esta espectacular masía. Dispone de 12 dormitorios independientes, con sendos baños privados, algunos de ellos diseñados como apartamento, que incluyen salón y cocina privados. La masía principal se distribuye en tres plantas: una para comedores y ocio; la primera planta, una estupenda vivienda completa; y en la segunda planta, un espacio abierto y abuhardillado en formato loft. Cabe destacar las vistas espectaculares desde toda la edificación a las tierras circundantes, a la comarca, al casco urbano de El Molar, municipio al que pertenece la finca, y a la conocida sierra del Montsant, un parque natural protegido que preside esta rica tierra vitivinícola del Priorat. El conjunto dispone de su propia bodega colindante al recinto principal. Esta se encuentra adaptada a las nuevas tecnologías enológicas y desarrolla su actividad mediante explotación externa. También encontramos otra bodega histórica habilitada para visitas y catas del preciado vino del Priorat. Un espacio espectacular, imprescindible de incluir en cualquier visita a la finca, además de las zonas para la elaboración y crianza de los vinos. Entre las instalaciones principales de la masía podemos destacar en el exterior grandes y cuidadas zonas de aparcamiento, helipuerto y diversos accesos al recinto, una escalinata principal o el porticado que resalta por su estado de conservación y por sus detalles de gran belleza natural. La edificación de esta singular masía y bodega ocupa una superficie de 3.377 m², rodeada de aproximadamente 40 hectáreas de terreno, 20 hectáreas con viñedos y el resto con pinares y grandes olivos centenarios. Además, ofrece otras construcciones como las zonas de mantenimiento, almacenes y dos casas de menor tamaño y en distinto estado de conservación, disponibles pero no contabilizadas en la superficie anterior. Sin duda, una excelente finca que recoge la verdadera esencia de una tierra singular con historia y de reconocido prestigio internacional. Solicite una visita para apreciar de primera mano el encanto de este espacio singular.