En lo profundo de la vasta y majestuosa provincia de Extremadura, un tesoro arquitectónico del siglo XVIII se erige como un testigo silente de la historia de España. Esta finca colonial, insigne en su singularidad, ostenta el ilustre legado de las casas históricas del país ibérico. Un tiempo atrás, las antiguas paredes de la morada albergaron al Marqués de Liédena, cuyo título nobiliario español fue forjado por la mano del Rey Carlos III, un 4 de enero de 1709. Situada en el corazón de una dehesa de alcornoques y encinas, un lugar designado en múltiples ocasiones como finca modelo por la Junta de Extremadura. La propiedad se extiende majestuosa, con 5,000 m2 construídos que se alzan sobre un terreno de 170,000 m2 de dehesa extremeña, ofreciendo incluso la posibilidad de adquirir más hectáreas a un precio que se puede negociar. Características inigualables: Arquitectura y diseño: La arquitectura, en su mayoría, se despliega en una sola planta, abrazando la tradición del cortijo, excepto por la Casa Palacio de dos alturas, que ostenta una chimenea firmada por el renombrado ceramista y ceramólogo, Ruiz de Luna. Alojamiento de lujo: Las estancias son un auténtico crisol de historia y elegancia: 24 habitaciones dobles y triples en suite, todas ellas con televisión, cuarto de baño completo y calefacción. Los espacios comunes se tejen con hilos de tradición, con varios salones que cuentan con chimeneas, adornados con vigas de madera a la vista. En su interior, el mobiliario rústico convive con tapices y objetos decorativos antiguos, creando una atmósfera que evoca épocas pasadas. Espacios para celebraciones: El corazón de la finca late en un gran patio al aire libre, un escenario donde las celebraciones encuentran su lugar, con capacidad para albergar a 400 comensales. La propiedad no estaría completa sin su Iglesia-capilla, un espacio consagrado para ceremonias, enriquecido con un retablo Florentino del siglo XVIII de inmenso valor. Comodidades modernas: Además cuenta con piscina solárium, suministro eléctrico ininterrumpido, y pozos de sondeo con caudal abundante, lo que elimina la necesidad de pagar por el agua. Oportunidad de inversión: La finca prosperó en su última etapa como hotel ecológico con encanto, con un restaurante de alta calidad con horno de leña, inmerso en un entorno natural de belleza impresionante, recibiendo la visita de importantes personalidades de la sociedad, políticos, embajadores, y toreros ilustres como el Litri, El Cordobés y El Juli. La aristocracia europea, así como artistas, fotógrafos y pintores, han encontrado en este lugar un refugio inigualable para pasar desapercibidos. Otros atractivos son las numerosas charcas, cercados para el ganado, cuadras, y pozos propios, junto con variados caminos que invitan a la equitación, el senderismo, el avistamiento de aves, y el mountain bike, entre otras actividades. Ubicación privilegiada: Cáceres: ciudad que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad en 1996. Destinos cercanos: A una hora y media de viaje, destinos como Montsanto, un pintoresco pueblo portugués construido sobre las rocas en lo alto de una montaña; Mérida, la capital de Extremadura, también proclamada Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la UNESCO, y que alberga monumentos romanos notables como el Teatro Romano; y Trujillo, una ciudad que ofrece una espectacular plaza, palacios, y que fue la cuna de Francisco Pizarro, el conquistador del Perú, y otros ilustres exploradores. Accesibilidad: A tres horas y media, tanto Madrid como Lisboa, se encuentran al alcance de aquellos que buscan una escapada desde esta finca colonial única. Contáctenos ahora: Para obtener más información y abrazar un estilo de vida que celebra la tradición y la elegancia, donde cada día es una ocasión especial para disfrutar la majestuosidad y explorar los tesoros que rodean la región de Extremadura. ¡No pierda esta oportunidad única de inversión en una propiedad histórica incomparable!