Cuando cruzas la puerta automática de esta villa en Flor de Maio, en Achete, es como entrar en un verdadero oasis. El camino que conduce a la casa se abre, revelando un encantador entorno campestre hasta donde alcanza la vista, donde la serenidad y la naturaleza envuelven cada rincón. El aislamiento de la propiedad garantiza total privacidad, proporcionando un refugio exclusivo para aquellos que buscan un lugar donde la tranquilidad se mezcla con la belleza de los paisajes naturales. La villa, construida en 2006, se encuentra en el centro de 4360m² de terreno, completamente vallada para garantizar la tranquilidad. Con una superficie construida de 239m², la casa se distribuye armoniosamente en dos plantas. Al entrar, la planta baja le da la bienvenida con una sensación acogedora. La cocina, separada de la sala de estar, es ideal para cenar en familia y también cuenta con una práctica despensa. Dos dormitorios, luminosos y amplios, invitan al descanso, mientras que un moderno baño sirve de confort a esta planta. Cuando subes a la segunda planta, te sorprenden dos grandes estancias que se pueden adaptar a tu gusto: dos dormitorios más, un despacho, o incluso un espacio de ocio, las posibilidades son infinitas. Una de estas habitaciones ofrece una vista impresionante del campo, con una ventana que enmarca el paisaje como un cuadro viviente. Imagínese despertarse con el sol iluminando suavemente su habitación. En el exterior, una piscina invita a momentos de relax en los días más cálidos, rodeado de la gran tierra que permite a quienes viven aquí sentirse parte del propio campo. Este es el escenario perfecto para aquellos que aprecian el silencio y quieren disfrutar de momentos de puro ocio bajo el cielo abierto. La villa fue diseñada y equipada con paneles solares que proporcionan energía limpia y una bomba de calor de 300L, lo que garantiza el confort y la eficiencia energética en todas las estaciones. Y a pesar de toda esta sensación de aislamiento y tranquilidad, la casa se encuentra en una ubicación privilegiada. El pequeño pueblo de Achete, a pocos minutos, ofrece lo esencial de la vida cotidiana con el encanto típico de los pueblos del interior, con la amabilidad de sus habitantes y el encanto de su ritmo de vida tranquilo. A solo 20 minutos de Santarém, el corazón histórico de Ribatejo, y a unos 30 minutos de Golegã, conocida como la capital del caballo, podrá disfrutar de la proximidad de eventos culturales y tradiciones que forman parte del alma de esta región. Esta villa no es solo una casa, es una invitación a reducir la velocidad, a vivir en armonía con la naturaleza y, al mismo tiempo, con todas las comodidades modernas. Es un refugio único, donde cada detalle ha sido pensado para proporcionar bienestar y tranquilidad, una verdadera joya escondida en el corazón del campo.